. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . tacita es un trabajo de danza que surgió en un taller de composición y dramaturgia dictado por Diana Szeinblum en el 2008.

antes que todo



hacía rato que tenía ganas de trabajar con esto:

"El hombre es la única criatura de la tierra que tiene la voluntad de mirar a otro en su interior".
Hans Carossa.


La voluntad de mirar el interior de las cosas, de mirar lo que no se ve, lo que no se debe ver, hace de la visión una violencia; halla la fractura, la grieta, el intersticio mediante el cual se puede violar el secreto de las cosas ocultas.

No es una curiosidad pasiva que espera los espectáculos sorprendentes, sino en verdad una curiosidad agresiva, etimológicamente inspectora. Y he aquí la curiosidad del niño que destruye su juguete para ver lo que hay dentro de él.

Sólo nos queda presente la necesidad de destruír y de romper, olvidando que las fuerzas psíquicasen acción pretenden abandonar los aspectos exteriores, para ver otra cosa, ver más allá, ver por dentro, en fin, librarnos de la pasividad de la visión.

Para cieros niños ávidos de intereses, ávidos de realidad, se recomiendan juguetes sólidos y con peso.
El juguete que cuenta con una estructura interna daría una salida normal al ojo inquisidor, a esa voluntad de la mirada que necesita las profundidades del objeto. Pero lo que la educación no sabe hacer la imaginación lo lleva a cabo cueste lo que cueste.
Más allá del panorama que se le ofrece a la visión tranquila, la voluntad de mirar forma alianza con una imaginación inventiva que prevé una perspectiva de lo oculto, una perspectiva de las titnieblas interiores de la materia.


Es esa voluntad de ver en el interior de todas las cosas la que da tantos valores a las imágenes materiales de la sustancia.


Esta última idea es la que tomé como hipótesis para mi trabajo.


Extraído de: Gastón Bachelard "La tierra y las ensoñaciones del reposo" Ensayo sobre las imágenes de la intimidad. FCE